II. DESARROLLO
ISSN-E: 2697-3650
Minerva Journal
11
Vol.4, Issue N°11, (pp. 9-19)
La introducción de competencias en la enseñanza debe ir acompañada de cambios profundos en el qué y
el cómo enseñar, para poder responder de forma adecuada a estas nuevas demandas. En el trabajo [7] se
afirma que, para que el aprendizaje sea significativo, la actividad práctica es un elemento indispensable,
puesto que implica atención, ensayo y repetición a lo largo del tiempo, lo que favorece la adquisición tanto
de conocimientos, como de habilidades.
El docente al aplicar sus clases debe tomar en cuenta el grado en el que está, los programas y el plan de
estudios vigentes, la programación de las actividades de acuerdo a los grados, es decir, de acuerdo a la
edad. Esto quiere decir, que es el docente quien, al impartir sus clases, toma como referencia el grado al
desarrollar sus actividades y debe por tanto organizarlas desde una perspectiva que va de lo particular a lo
general, escalonando los aprendizajes en concordancia con la edad que tienen los estudiantes del grado, de
tal manera que puedan asimilar un contenido diseñado específicamente para sus capacidades cognitivas [8].
Otro requerimiento que debe tomar en cuenta el docente, al impartir conocimientos de cualquier ciencia, es
iniciar primero por los conceptos más sencillos, para que el alumno logre entender y afianzar los
conocimientos en su totalidad [9]. La secuencia marca una meta, que el alumno resuelva el problema, y el
docente quiere lograr dicha meta, los alumnos, son los que buscan llegar a la meta mediante las actividades
[10].
Realizando un análisis a la problemática que presenta el enseñar y aprender la asignatura de biología,
podemos enunciar factores como: el complejo proceso de enseñanza - aprendizaje, poco interés en las
actividades pedagógicas, desvinculación de los contenidos teóricos con la vida cotidiana, la falta de recursos
tecnológicos; todos estos factores no permiten el desarrollo de un aprendizaje verdadero dentro de las
aulas de clases, lo que hace que el educando adopte en la mayoría de los casos una actitud pasiva,
presentando por ello un mal desempeño académico [11]. Para lograr un aprendizaje significativo, se debe
facilitar al estudiante las herramientas, técnicas y recursos basados en estrategias adecuadas, a fin de que
satisfaga sus necesidades educativas, y que se vinculen los saberes previos que posee el estudiante a través
de su experiencia de vida particular, con el fin de poder asociarlos con el nuevo conocimiento que se
pretende impartir, realizando para ello una planificación y ejecución que innove y fortalezca un aprendizaje
activo e integral [12].
Otros factores negativos presentes dentro de las instituciones educativas y que afectan del proceso de
enseñanza-aprendizaje de la asignatura de biología son: problemas de tipo familiares que ocasionan
actitudes de negación al aprendizaje por parte de los educandos, desmotivación en el aula, baja calidad en la
alimentación, entre cuyas consecuencias incluyen pereza y sueño [13]. Esto en conjunto con el mal uso de
algún estilo de aprendizaje, pueden dar como resultado el poco interés de aprender a aprender o, que el
docente no aplica estrategias metodológicas, que potencien el rendimiento e impulsar el éxito en el proceso
de enseñanza-aprendizaje [14].
Es necesario entonces, incluir metodologías orientadas hacia la toma de decisiones y la acción en relación
con una concepción muy específica del aprendizaje, y que éstos sean significativos [15]. Con esta
perspectiva, y pensando en contribuir a la formación de los futuros profesores en Ciencias Biológicas se
planifican los trabajos de campo en los cuales, con la práctica de las habilidades, actitudes y valores que
caracterizan al pensamiento racional y científico, se propicie la formulación de explicaciones congruentes y la
activación de toma de decisiones responsables y metódicas, basadas en la reflexión e investigación en el
campo [16] [17].
Pinagorte J. et al. Estrategias lúdicas para una enseñanza efectiva de la biología en el bachillerato