ISSN-E: 2697-3650
Minerva Journal
I. INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la crisis energética mundial y el agotamiento de las fuentes de combustibles fósiles en el
planeta ha motivado al ser humano a explorar alternativas diferentes a los derivados del petróleo que
permitan cumplir la demanda energética y lidiar con el progresivo aumento del precio del crudo; al mismo
tiempo, el uso desmedido de estos recursos ha ocasionado una creciente contaminación ambiental debido a
las acumulaciones de emisiones de gases de efecto invernadero que estas generan. En este sentido, las
energías como renovables como la energía solar, eólica y de biocombustibles parecen ser las mejores
alternativas para solucionar los problemas energéticos del futuro inmediato. Entre los biocombustibles, el
más estudiado es el biodiesel, en virtud de su capacidad para sustituir directamente al diésel fósil o
petrodiésel en motores convencionales tanto en soluciones puras como mezcladas; químicamente, el
biodiesel es una mezcla de metil-ésteres de ácidos grasos de cadena larga derivado de aceites vegetales
(frescos o usados) y grasas animales [1]. Resulta importante saber que la producción de biodiesel, implica
una reacción de transesterificación, cuya reacción se lleva a cabo con catalizadores homogéneos (ácidos o
bases) así como también con catalizadores heterogéneos (ácidos, bases o enzimas), en el que convierten los
triacilglicéridos de ácidos grasos en alquil ésteres usando alcohol de cadena corta (metanol o etanol). Por lo
general, los catalizadores que más se usan son los alcalinos homogéneos; entre ellos el hidróxido de potasio
(KOH), el hidróxido de sodio (NaOH), y en menor medida el hidróxido de calcio (Ca(OH)2,), ya que
proporcionan una mayor velocidad de reacción en comparación con los catalizadores ácidos [2].
Por otro lado, los catalizadores heterogéneos, que incluyen catalizadores ácidos, básicos y enzimas, ofrecen
ventajas adicionales en términos de facilidad de separación del biodiesel y el catalizador. Aunque su
velocidad de reacción puede ser menor en comparación con los catalizadores homogéneos, su capacidad de
reciclaje y su menor impacto ambiental los convierten en opciones atractivas. La elección del catalizador
adecuado depende de factores como la disponibilidad de materias primas, el costo, la sostenibilidad y la
eficiencia en el proceso de producción de biodiesel.
En este trabajo se ha aprovechado el hidróxido de calcio presente en las cáscaras de huevo para la
generación de un catalizador, de manera que pueda ser empleado en la transesterificación de aceite de
primera generación, para luego compararlo con los catalizadores de hidróxido de sodio y de hidróxido de
calcio en grado reactivo. La intención principal es verificar la eficacia de los compuestos para intentar
proponer una alternativa ambiental. Las cáscaras de huevo poseen un alto contenido de calcio, sin embargo,
no suelen ser aprovechadas. Estas se encuentran en el grupo de la biocerámica, constando de una fase
orgánica y otra inorgánica. Compuesta por 1,6% de agua, 95,1 % de minerales, de los cuales 93,6%
corresponden a carbonato de calcio en forma de calcita, 0,8% de carbonato de magnesio y 0,73% de fosfato
tricálcico, y finalmente 3,3% de materia orgánica [2], [3].
II. DESARROLLO
Los catalizadores son sustancias que participan en una reacción química sin ser consumidos en el proceso
y sin modificar permanentemente su estructura química. Su función principal es acelerar la velocidad de una
reacción química, permitiendo que ocurra a una velocidad mayor de la que lo haría en ausencia de este.
Además, facilitan la formación de productos al disminuir la energía de activación requerida para que la
reacción tenga lugar. Esto hace que las reacciones químicas sean más eficientes y, a menudo, más selectivas.
Existen dos tipos principales de catalizadores: catalizadores homogéneos y catalizadores heterogéneos.
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Vol.4, Special Issue 2023, (pp. 198-209)
Mendoza E. et al. Eficacia del hidróxido de calcio como catalizador en la transesterificación de aceite de primera generación