
ISSN-E: 2697-3650
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Minerva Journal
Estos autores han ampliado la educación emancipadora al conectar el aula con los más amplios procesos
sociales y políticos, haciendo hincapié en que la educación debe ser una herramienta de transformación que
permita a los individuos y las comunidades resistir y superar las dinámicas opresivas en sus vidas cotidianas.
En el contexto ecuatoriano, caracterizado por profundas desigualdades sociales, económicas y culturales, la
implementación de una propuesta metodológica basada en la educación emancipadora resulta
particularmente relevante. Esta pedagogía ofrece una vía para romper con el ciclo de reproducción de la
desigualdad, proporcionando a los estudiantes las herramientas necesarias para analizar su entorno,
comprender las estructuras de poder que los afectan y tomar acciones que contribuyan a la justicia social y a
la equidad en sus comunidades.
A pesar de las limitaciones económicas y de recursos que enfrenta Ecuador, la implementación de esta
propuesta metodológica es viable debido a su enfoque en la utilización de recursos locales y en la creación
de espacios de diálogo y debate dentro de las propias comunidades educativas. Los elementos clave para su
implementación, como el análisis crítico de la realidad y el enfoque en la transformación social, pueden
desarrollarse con los recursos disponibles, siempre que se cuente con la formación adecuada para los
educadores. En el marco de las reformas educativas recientes en Ecuador, esta propuesta encuentra un
terreno fértil para su desarrollo. Iniciativas que promueven la inclusión y la participación comunitaria se
alinean con los principios de la educación emancipadora, permitiendo articular una metodología que no solo
responda a las limitaciones del contexto ecuatoriano, sino que también aproveche las oportunidades de
transformación social que la educación puede ofrecer.
Este trabajo presenta una propuesta metodológica para implementar la educación emancipadora y la
pedagogía crítica en el contexto ecuatoriano, enfocándose en la capacitación de docentes universitarios. El
objetivo es que estos profesionales adquieran los conocimientos necesarios para aplicar estos enfoques y
sus aproximaciones metodológicas en su práctica docente. El documento se organiza en cinco secciones:
una introducción que contextualiza el surgimiento de la educación emancipadora y la pedagogía crítica;
seguido del desarrollo teórico que fundamenta la investigación. La tercera sección aborda la metodología
aplicada al problema planteado, dando paso a los resultados esperados en la praxis educativa. Finalmente,
se presentan las conclusiones derivadas del trabajo investigativo realizado.
II. DESARROLLO
A. Contexto de la educación emancipadora y la pedagogía crítica
La educación emancipadora y la pedagogía crítica surgen como respuestas a las condiciones sociales,
políticas y económicas que perpetúan las desigualdades en el sistema educativo. Estas corrientes se
desarrollaron en un contexto de lucha por la justicia social y la equidad, con el objetivo de cuestionar y
transformar las estructuras de poder que dominan las instituciones educativas. Paulo Freire, uno de los
principales referentes de la educación emancipadora, en su obra Pedagogía del Oprimido [1], critica lo que
denomina la "educación bancaria", donde los estudiantes son considerados recipientes pasivos de
conocimiento. En su lugar, Freire propone una educación dialógica y participativa, centrada en la creación de
una conciencia crítica, o "conscientização", que permita a los estudiantes reconocer las estructuras opresivas
que los limitan y movilizarse para transformarlas. En esta visión, la educación se convierte en un medio de
liberación, donde el diálogo entre docentes y estudiantes fomenta el aprendizaje colectivo y el pensamiento
crítico. A través de una educación problematizadora, Freire defiende que los estudiantes deben ser sujetos
activos en su proceso de aprendizaje, lo que los capacita para reflexionar sobre su realidad y actuar sobre
ella. Este proceso, denominado “praxis”, combina reflexión y acción, permitiendo a los individuos no solo
entender su contexto, sino también transformarlo. Freire considera que la educación debe ser una práctica
de la libertad, promoviendo la autonomía y el cuestionamiento frente a la obediencia y la conformidad,
siempre contextualizada en las experiencias y realidades de los estudiantes para hacer el aprendizaje más
relevante y significativo.
Alvarez A. et al. Propuesta metodológica para la implementación de la Educación Emancipadora en el Ecuador
Vol.5, Issue N°15, (pp. 95-107)